
La Capilla Sixtina fue construida originalmente en el siglo XV por el Papa Sixto IV, de quien toma su nombre. Se construyó para ser la residencia oficial del Papa y los cardenales de la Iglesia Católica.
Los magníficos frescos del techo y las paredes de la capilla fueron pintados por grandes artistas del Renacimiento, como Miguel Ángel, a quien se encargó la decoración del interior. La capilla también es conocida por su impresionante arquitectura, con grandes arcos y elegante cantería.